Shutdown Autista: Cuando el Mundo Se Apaga
Un shutdown autista es una respuesta neurofisiológica a la sobrecarga extrema, en la que el cerebro autista se "desconecta" como mecanismo de autoprotección. A diferencia del burnout, que es un estado acumulativo, el shutdown ocurre como una reacción inmediata a estímulos abrumadores o situaciones de estrés intenso.
¿Qué es un shutdown autista?
El shutdown es una especie de "apagón" interno. La persona autista puede volverse no verbal, retraerse en sí misma, y tener dificultades para responder o interactuar con su entorno. Este estado no es una elección ni un acto de rebeldía, sino una forma en que el cuerpo y la mente se defienden de la sobrecarga.
Características del shutdown:
- Pérdida temporal de habilidades funcionales: Puede incluir la incapacidad de hablar, moverse o responder a estímulos externos.
- Retirada extrema: La persona puede evitar todo contacto social o buscar refugio en un lugar seguro.
- Sensación de desconexión: Es como si el mundo se volviera distante o irreal.
- Falta de energía: Puede parecer que la persona está físicamente agotada o inactiva.
Causas del shutdown:
- Sobrecarga sensorial: Exposición repentina a luces, sonidos o texturas que resultan insoportables.
- Estrés emocional: Conflictos, críticas o situaciones emocionalmente intensas pueden desencadenarlo.
- Demasiadas demandas: Cuando se espera demasiado de la persona autista sin darle tiempo de procesar.
Diferencias entre shutdown y meltdown:
Un meltdown es una explosión emocional y conductual, mientras que un shutdown es una implosión, un colapso hacia adentro. Ambos son respuestas a la sobrecarga, pero se manifiestan de manera opuesta.
Cómo actuar durante un shutdown:
- No presionar: Evita intentar forzar interacciones o respuestas.
- Ofrecer un espacio seguro: Permite que la persona esté sola si lo necesita.
- Hablar con calma: Si la persona lo permite, usa un tono tranquilo y ofrece apoyo sin exigir nada.
- Respetar el tiempo de recuperación: No hay un tiempo específico para "salir" del shutdown; esto varía según cada persona.
Prevención y manejo a largo plazo:
- Reconocer señales tempranas de sobrecarga: Permitir descansos antes de que se llegue al shutdown.
- Establecer límites claros: Ayudar a reducir demandas innecesarias o abrumadoras.
- Acomodaciones: Ajustar el entorno a las necesidades sensoriales y emocionales de la persona autista.
El shutdown autista no es una debilidad, sino una forma natural del cuerpo y la mente de protegerse. Brindar apoyo y comprensión es clave para ayudar a las personas autistas a sentirse seguras y recuperarse.
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