Shutdown Autista: Cuando el Mundo Se Apaga

 Un shutdown autista es una respuesta neurofisiológica a la sobrecarga extrema, en la que el cerebro autista se "desconecta" como mecanismo de autoprotección. A diferencia del burnout, que es un estado acumulativo, el shutdown ocurre como una reacción inmediata a estímulos abrumadores o situaciones de estrés intenso.

¿Qué es un shutdown autista?

El shutdown es una especie de "apagón" interno. La persona autista puede volverse no verbal, retraerse en sí misma, y tener dificultades para responder o interactuar con su entorno. Este estado no es una elección ni un acto de rebeldía, sino una forma en que el cuerpo y la mente se defienden de la sobrecarga.

Características del shutdown:

  • Pérdida temporal de habilidades funcionales: Puede incluir la incapacidad de hablar, moverse o responder a estímulos externos.
  • Retirada extrema: La persona puede evitar todo contacto social o buscar refugio en un lugar seguro.
  • Sensación de desconexión: Es como si el mundo se volviera distante o irreal.
  • Falta de energía: Puede parecer que la persona está físicamente agotada o inactiva.

Causas del shutdown:

  1. Sobrecarga sensorial: Exposición repentina a luces, sonidos o texturas que resultan insoportables.
  2. Estrés emocional: Conflictos, críticas o situaciones emocionalmente intensas pueden desencadenarlo.
  3. Demasiadas demandas: Cuando se espera demasiado de la persona autista sin darle tiempo de procesar.

Diferencias entre shutdown y meltdown:

Un meltdown es una explosión emocional y conductual, mientras que un shutdown es una implosión, un colapso hacia adentro. Ambos son respuestas a la sobrecarga, pero se manifiestan de manera opuesta.

Cómo actuar durante un shutdown:

  • No presionar: Evita intentar forzar interacciones o respuestas.
  • Ofrecer un espacio seguro: Permite que la persona esté sola si lo necesita.
  • Hablar con calma: Si la persona lo permite, usa un tono tranquilo y ofrece apoyo sin exigir nada.
  • Respetar el tiempo de recuperación: No hay un tiempo específico para "salir" del shutdown; esto varía según cada persona.

Prevención y manejo a largo plazo:

  • Reconocer señales tempranas de sobrecarga: Permitir descansos antes de que se llegue al shutdown.
  • Establecer límites claros: Ayudar a reducir demandas innecesarias o abrumadoras.
  • Acomodaciones: Ajustar el entorno a las necesidades sensoriales y emocionales de la persona autista.

El shutdown autista no es una debilidad, sino una forma natural del cuerpo y la mente de protegerse. Brindar apoyo y comprensión es clave para ayudar a las personas autistas a sentirse seguras y recuperarse.




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